Amigos y amigas de Primera Prevención. La sociedad en su conjunto, sin colores, banderas ni fronteras, está pasando por momentos complicados, de sufrimiento ante un futuro que se nos presenta incierto. Son momentos es los que se hace necesario innovar, buscar soluciones creativas para llegar a todas las personas en sus domicilios. Desde nuestro pequeño espacio vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para no dejar abandonadas a aquellas personas que más lo necesitan o lo van a necesitar. En la medida de nuestras posibilidades estamos manteniendo todas las actividades: grupos de estudio y sesiones de ocio a distancia, atención familiar personalizada, coordinación en red…todo a través de las nuevas tecnologías, que, dicho sea de paso, no nos imaginábamos que podrían dar tanto de sí.
Está resultando un esfuerzo extraordinario porque los y las profesionales están atendiendo esta situación de conflicto (emocional y social) a la vez que atienden las necesidades de la misma índole en sus familias. Durante este estado de alarma los poderes públicos no nos consideran oficialmente un servicio esencial para la comunidad, sin embargo, sabemos que lo somos, que nuestra presencia y apoyo resulta vital para la salud física y psíquica de las familias más necesitadas. Sin duda, el COVID19 está causando sus estragos, pero si no ponemos cuidado el daño que vendrá tras esta crisis será enorme, y lo pagarán los de siempre.
Por ello, estamos ahí y ahí seguiremos, mientras nos quede salud y recursos para ello. Mucho ánimo a todas las entidades sociales que, como la Asociación Primera Prevención, están dándolo todo para afrontar esta crisis desde y para lo local, lo pequeño, lo familiar…en cada célula de este microsistema que tenemos que mantener entre todos y todas.