Con carácter general, el Programa intentará dotar a todas las tareas de una finalidad educativa, establecer una relación de confianza mutua entre el equipo de educadores y educadoras y todas las personas destinatarias de los proyectos, hacerles protagonistas de su procesos y fomentar la autonomía, la creatividad y la participación.
La tarea educativa se desarrolla apoyándose en los siguientes criterios:
- Activa y participativa; fomentado las iniciativas espontáneas.
- Creadora; fomentando la creatividad y el pensamiento divergente.
- Individualizada; prestando atención al proceso de cada participante.
- Grupal; consolidando el trabajo en grupo como espacio socializador.
- Interrelacional; fomentando la conexión continua entre participantes y grupos.
- Flexible; adaptando la acción a las necesidades que se van detectando.
- Preventiva y paliativa; incidiendo en aspectos básicos para un desarrollo normalizado.